Yoga: Equilibrio y sostenibilidad
Una de las posturas dentro de la practica del yoga es "El árbol" un nombre alusivo a la naturaleza. Pero también existen la montaña, la flor de loto, el águila y la cobra, entre muchas otras.
Las evocaciones del entorno natural han sido constantes durante miles de años en la práctica del yoga y podrían atribuirse a que las imágenes de la naturaleza son simples y a que todos las conocen y pueden relacionarse con ellas. Sin embargo, esta atribución podría quedarse en lo superficial, en realidad la relación entre yoga y naturaleza es más profunda.
Si profundizas bien, debes saber que el yoga es una palabra en sánscrito que significa unión, la unión del cuerpo y la mente, la unión del ser humano y su entorno, la unión de la persona y el universo.
Tradicionalmente, el yoga nos ha alertado de la interdependencia del género humano y la naturaleza. El sólo hecho de hacer a las personas conscientes de su respiración es una manera de vincularlas con su propia naturaleza y con su medio. De alguna manera, hacer yoga ha tenido siempre una dimensión ecológica que, no obstante, en la vida moderna llega a ignorarse cuando se piensa que se trata nada más de un ejercicio físico.
Así que podríamos decir con exactitud que el yoga es mucho más que eso, es una disciplina que ayuda a cambiar el estilo de vida de quien la practica y sus beneficios trascienden el cuerpo y la salud de la persona, alcanzando a su entorno.
Sé que puede sonar esotérico, pero practicar yoga ayuda a las personas a entender mucho mejor quiénes son y con esto hacernos conscientes también de la naturaleza y el medio ambiente.
Yoga y medio ambiente
La practica del Yoga cada vez esta respondiendo más al cambio climático. Y esto es porque ya no se trata de un lujo sino una necesidad.
Globalmente hay una mayor conciencia del impacto que el cambio climático está teniendo en nuestras vidas y de la necesidad de hacer algo al respecto. Desde nuestra perspectiva, el enfoque sostenible que tiene el yoga es clave para un estilo de vida que puede ayudar en la respuesta al cambio climático.
Encontrar el equilibrio
¿Y cómo es que el yoga infunde esta conciencia y deseo de sostenibilidad? ¿Qué tiene que ver pararse de cabeza con el futuro del planeta?
Pues sencillo, para que los ecosistemas y las especies se desarrollen en la naturaleza debe haber cierto equilibrio. Lo mismo pasa con el yoga. El yoga nos enseña a encontrar el centro, a ser equilibrados, a no ir a los extremos. La mejor opción es la del centro, la del equilibrio.
Esta búsqueda de equilibrio empieza en el tapete, haciendo las posturas. Poco a poco, a medida que se sigue practicando yoga, el estado contemplativo de bienestar que se logra con la respiración empieza a instalarse en la vida cotidiana y esto a su vez conduce a cambiar ciertos hábitos y costumbres dañinas que también perjudican al medio ambiente, como el consumo excesivo de energías contaminantes o el uso indiscriminado de plásticos.
Respirar basta para hacer yoga
Y, ¿qué necesitas para hacer yoga? ¿cierta edad, peso, fuerza o flexibilidad? No.
Se pueden hacer muchas cosas para trabajar con nuestros cuerpos tal y como son. No hace falta ser una persona que se puede doblar mucho o que es muy fuerte para decir que es un yogui. El yoga es un estilo de vida, no es una práctica competitiva, todo el mundo puede hacer yoga. No importa la edad ni la condición física, quien puede respirar puede hacer yoga, es tan simple como eso”.